jueves, 7 de julio de 2011

JOSE MARÍA ARGUEDAS: INDIGENISTA Y LOS DOS SISTEMAS DE EXPRESIÓN





José María Arguedas es un literato indigenista, se preocupa por dar una visión del Perú en forma más rica, dando a conocer la existencia de dos culturas la de los indios y la de los blancos, de quienes hablan el quechua y de quienes hablan el castellano; o también la cultura andina de origen quechua y la cultura urbana de raíces europeas.
El haberse educado dentro de dos tradiciones culturales, la española y la indígena, le permitieron comprender y describir la compleja realidad del indígena andino, con la que se identificó de una manera intensa. Habla del universo indio, pero en un lenguaje que expresa su esencialidad sin tener que revestirlo de mistificaciones, para tal fin hace uso de dos sistemas de expresión: la oralidad y la escritura. Estos dos sistemas, según Martín Lienhard, implican un conflicto porque cuando un escritor se propone trasladar un producto del sistema oral a un texto literario, tiene que extraerlo de su contexto original, despojarlo de su materialidad, reducir su espesor semiótico a la dimensión verbal.
Lo expresado anteriormente conduce a determinar por qué es indigenista y por qué existe la presencia de dos sistemas de expresión, tales como la oralidad y la escritura que aparentemente parece complicado.
En primer término, José María Arguedas es profundamente indigenista por que: La escritura de Arguedas nace del profundo sentimiento que siente ante la cultura indígena y del furor que se arraiga en él al ver amenazado a un pueblo que lo sentía profundamente dentro de su alma, porque en dicho pueblo había compartido momentos felices de su vida por lo tanto busca formas para instalar al lector en la intimidad del mundo indio de tal manera que conozca la realidad. Tal como lo afirma Dalis Valera, en Arguedas se atesora la imagen del indio; gozada y padecida desde su infancia. En este sentido, funda una nueva interpretación de la realidad del indígena peruano revelando ekl gran valor de su cultura.
En cuanto a los dos sistemas de expresión: oralidad y escritura, siguiendo a Dalis Valera, se fundamenta en que la oralidad proviene de los mismos indígenas quienes no manejaban convenientemente la escritura para plasmar sus ideas, hechos, acontecimientos por lo que Arguedas, captó información directa y supo escribirla para conocimiento de los demás; pues el mundo indígena, por esencia, es un mundo del habla, de la oralidad; un mundo donde "los seres humanos... no conocen la escritura en ninguna forma" pero donde "aprenden mucho, poseen y practican gran sabiduría" (Walter Ong: en Oralidad y literatura Oralidad y Literatura)
Arguedas, se propone trasladar el habla del universo quechua al habla del universo español, valiéndose de los signos mismos del indio para revelar el valor y contenido de su cultura y planteándose de esta manera una profunda exigencia en el lenguaje, violentándolo para alcanzar la expresión de la plenitud de los referentes; llegando de este modo a caminos muy distintos de los experimentados y a la vez logrando hallazgos inusitados en el discurso narrativo. Esto es, pretende a través de la expresión escrita, develar el esplendor que se esconde en una cultura a la que se ha querido callar; por ello se observan en sus libros "palabras, dichos y hasta canciones quechuas" y "no lo hace —señala Yerko Moretic— por pintoresquismo folklórico, sino como una espontánea manera de comunicar algo que resulta para él inexpresable en una lengua ajena". En el universo indígena está la gente que más ama y comprende, está la verdad más pura y más difícil de expresar."El lenguaje se ha hecho para ser fiel intérprete de la realidad esencial"( dice Maurice Blanchot) y la realidad del indio, esa que es una efervescencia en la vida de Arguedas, se convierte en una necesidad de verdad, en una búsqueda constante por romper el vacío que encuentra en la expresión de su palabra.
En suma, Arguedas, posee el conocimiento necesario de la cultura indígena ( Andina) como para enfrentar la palabra escrita y brindar al lector la imagen del indígena que él conoce y además, tiene conciencia de su expresión oral. Entonces la escritura de Arguedas nace del profundo sentimiento que siente ante la cultura indígena y del furor que se arraiga en él al ver amenazado a un pueblo.


Por medio de Arguedas se ha podido conocer el misterio que se guarda en el universo del indígena.


María Claudia Aguinaga.















martes, 5 de julio de 2011

"La unidad del quechua y el español en la narrativa de Arguedas"

La sierra central y sureña del Perú posee un alto grado de bilingüismo quechua castellano y castellano quechua, en contraste con el estado de la sierra norteña y de la región costanera. Recordemos igualmente que son muy distintas las alternativas del hablante bilingüe y las del monolingüe hispánico, por esa razón se trata de usar una norma castellana para el hablante de quechua, a fin de adecuar la lengua a un mundo que comparte el bilingüe, pero no el monolingüe castellano.

Esto significaría una nueva interpretación de la realidad del indígena peruano. Arguedas, entonces, se propone trasladar el habla del universo quechua al habla del universo español, valiéndose de los signos mismos del indio para revelar el espesor de su cultura. ya que no es solamente interpretar y transportar los signos del mundo indígena, al castellano, códigos que componen la cultura Quechua, sino es lograr la articulación de los signos culturales del indígena a los del mundo del blanco.

Concluimos que el Perú es un País en que lo literario es casi concebido en una lengua y Arguedas dada su condición de bilingüe estaba persuadido de que tenía que reivindicar lo andino a través del castellano, interpretar lo quechua en español, y así levantarlo por encima del discrimen tradicional

El mundo indígena, por esencia, es un mundo del habla, de la oralidad; un mundo donde "los seres humanos... no conocen la escritura en ninguna forma" pero donde "aprenden mucho, poseen y practican gran sabiduría" [1] Arguedas es parte de ese ámbito, pero como blanco, tiene acceso a la escuela, y con ella, a la escritura.

Aun así se siente insuficiente en la posibilidad de su escritura para expresar el espesor de la cultura indígena, sin embargo utiliza el auxilio de lo ya mencionado de la expresión oral, como una puerta que abre caminos hacia lo real. En tal sentido, observamos en los libros de Arguedas, " palabras, dichos y hasta canciones quechuas y no lo hace por pintoresquismo folklórico, sino como una espontánea manera de comunicar algo que resulta para él inexpresable en una lengua ajena"[2]

Señala Martín Lienhard que "cuando un escritor se propone trasladar un producto del sistema oral a un texto literario, tiene que extraerlo de su contexto original, despojarlo de su materialidad, reducir su espesor semiótico a la dimensión verbal"[3]
Acá apreciamos el conocimiento necesario que posee Arguedas de esta cultura como para enfrentar la palabra escrita y brindar al lector la imagen del indígena que él conoce.

La escritura del autor es compleja y contradictoria (dos culturas, dos lenguas).El lector, tambi6n inmerso en su cultura, ha sido elegido ajeno o al margen del mundo andino: la obra es escrita en castellano. Y la causa es que el quechua es idioma sin valor universal; escribir en quechua seria producir una literatura estrecha y condenada al olvido
La otra razón seria conocer el misterio que se guarda en el universo del indígena, el misterio en la propia voz del indio.

Dado que su expresión siempre ha sido oral y siempre se ha mantenido alejada del mundo del blanco, la voz india encuentra franca dificultad al querer expresarse en español…., expresarse en una lengua extraña prácticamente indiferente y lejana a las del mundo que se quiere expresar, lleva al más dramático de los empobrecimientos.
En Rendón Wilka vamos a tener el ejemplo del indio que siendo quechua, ostenta el lenguaje del blanco. (Tal vez por su constante deseo gritado desde niño para aprender a defender a su pueblo). Frente al intento de este indio, la comunidad del blanco reacciona con una manera burlona por parte de sus compañeros de clase, cuando Rendón comenzaba su preparación escolar.

Pero la posibilidad de Rendón Wilka no es solamente expresarse en español. Es la posibilidad de su habla. De su deseo de expresar y de atreverse a hacerlo. En Los ríos profundos, vemos que en la mayoría de los casos, ante la posibilidad del lenguaje, el indio sólo opta por bajar la cabeza y ocultarse en su propio cuerpo. En Todas las sangres Rendón Wilka, se atreve a hablar, expresarse y de percibir el lenguaje tanto en quechua como en español y de exponer a través del lenguaje las posibilidades expresivas de la sensibilidad de su mundo.

Podemos apreciar que si Arguedas hubiera escrito en quechua, entonces la revelación de ese mundo no hubiese abierto la posibilidad de alcanzar la obra y de sentir la grandeza del indígena.
Después de analizar las razones de su traducción, que es el de encontrar un lenguaje que permitiera que sus personajes indígenas (monolingües quechuas) se pudieran expresar en idioma español sin que sonara falso. Ello se resolvería de manera adecuada con el empleo de un "lenguaje inventado": sobre una base léxica fundamentalmente española, injerta el ritmo sintáctico del quechua.

Hasta aquí hemos visto o sugerido el esfuerzo que realizó Arguedas por construir un lenguaje literario en castellano, de modo que al leer el texto castellano, a través suyo se viviera la experiencia de entender a un hablante y un mundo quechuas, andinos. Las observaciones escritas son apenas una muestra de la complejidad requerida para que plasme ese esfuerzo; no deja de ser interesante recordar que el mismo autor redactó directamente en quechua y luego los tradujo al castellano, lo que nos lleva a esclarecer la función realizada en la transferencia de un código al otro.

Rossmery Medina Li
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[1] Walter Ong: Orulidud y Literatura. México, Fondo de Cultura Económica, 1972, p. 18
[2] Yerko Moretic, "Tras las huellas del indigenismo en el Perú" en Recopilación de Textos... ob. cit. p. 39.
[3] Martín Lienhard: La voz y su huella. La Habana, Casa de las Américas, 1971, p. 197

lunes, 4 de julio de 2011

“La influencia de la vida de Arguedas en su temática narrativa”


La vida de José María Arguedas tuvo una gran influencia en su temática narrativa. Toda su temática sobre el mundo andino se origina a partir de su niñez. El hecho que origina que Arguedas se interese por el mundo andino es el abuso y maltrato por parte de su madrastra y hermanastro, especialmente de su madrastra. Ya que su madrastra lo relegó a la cocina con los demás indígenas. A partir de este hecho Arguedas comienza a vivir el mundo como los demás indígenas y con su convivencia con ellos Arguedas tiene un gran interés por el mundo andino, ya que de caso contrario que si la madrastra de Arguedas lo tratara bien y lo criaba como a su hermanastro la historia pudo haber sido otro, pero no fue así, además de aquí nace su sentimiento o deseo de querer trasmitir el mundo indígena desde a dentro, lo cual nunca se había hecho en los libros, por lo cual le resulto un poco dificultoso.

Por parte de su hermanastro también tiene una gran influencia. Arguedas de niño cuando lo relegaron a la cocina le asignaban tareas al igual que a cualquier otro indio, su hermanastro trataba mal a los indios ya que él era gamonal y Arguedas no fue la excepción. A Arguedas le molestaba el maltrato de su hermanastro hacia los indios y él lo llegó a odiar como lo odiaban todo los indios. La figura de su hermanastro perdura en sus obras literarias personalizando al gamonal abusivo, cruel y lujurioso1.

Este personaje se puede apreciar en la obra los escoleros con el personaje de Don Ciprián. En el sueño del pongo con el patrón que abusa del pongo, e incluso en la obra agua donde Don Braulio Félix el hacendado más poderoso que daba preferencia al reparto de agua y muchas veces dejaba a los indios sin agua para su cultivos. Con estos ejemplos podemos notar la presencia de su hermanastro abusador reflejado en estos personajes.
De igual manera al hecho de que su madrastra lo relegó a la cocina se ve reflejado en su obra los escoleros ya que Arguedas se identifica con el personaje Juancha ya que tienen en común que eran hijos de un mistí y criados por la servidumbre. Y Juancha al igual que él era abusado por el hijo del patrón, En Arguedas el caso es por parte de su hermanastro.


Tras analizar estos hechos de la niñez de Arguedas vemos que existe una influencia por parte de su madrastra y hermanastro en su temática narrativa, pero también existen otros factores que lo impulsaron a Arguedas a escribir y sobre todo a la determinación de su temática narrativa.
Arguedas comenzó a escribir cuando leyó las primeras narraciones sobre los indios, él pensaba que estas narraciones describían a los indios de una forma muy falsa, de autores de quien Arguedas había recibido lecciones como López Albújar y Ventura García Calderón2.

López Albujar conocía a los indios desde su punto de vista como juez en asuntos penales y por parte de Ventura García Calderón se desconoce pero daba una visión equivocada de la perspectiva del indígena. Arguedas atribuía esta visión errónea de lo indígena a su experiencia ya que él lo había gozado y sufrido de pequeño porque había crecido en este tipo de ambiente rodeado de indígenas y siendo una parte de la comunidad indígena, viviendo y sufriendo como uno de ellos.

Existen también otros autores que Arguedas leyó y considera de mucha importancia ya que de cierto modo se siente identificado con estos autores por su temática como José María Eguren donde ambos demuestran una conciencia herida que se originó en su infancia y que no supieron saturar con el paso del tiempo. Otro autor con el cual se sintió identificado fue Cesar Vallejo en su obra el tungsteno en la cual se denuncia la situación de abuso sobre el indígena en las minas peruanas. También tenemos a Ciro Alegría que al igual que Arguedas intentaba reflejar el mundo indígena en sus obras. Finalmente tenemos a Inca Garcilazo de la Vega, del cual Arguedas aprende la historia de su país y el valor del mestizaje.

Existen más autores que Arguedas leyó como Pedro Cieza de León, también en el aspecto de Latinoamérica como Gabriel García Márquez, juan Carlos Otti, entre otros. Lo que rescatamos de estos autores que Arguedas leyó es la temática, estos autores ayudaron a formar a Arguedas en torno a su temática y ayudaron en su búsqueda del modo más adecuado para plasmas sus obras. Es a partir de todo este conocimiento de diferentes autores que hablan de una misma temática que Arguedas busca una manera particular para dar a conocer su mundo andino desde adentro como lo deseaba.


A través de los personajes de las obras de Arguedas podemos apreciar sus múltiples personalidades. Por ejemplo de su obra los escoleros Arguedas se identifica con Juancha. Podemos identificar que en esta obra pertenece a la infancia de Arguedas ya que el personaje que lo caracteriza (Juancha) es un poco infantil ya que cundo esta con sus amigos Banku y Teófanes creía poder hacer casi cualquier cosa incluso enfrentarse a Don Ciprián que no lo enfrentaban por falta de valor y miedo. Al analizar esta actitud yo creo que este comportamiento es peculiar en la etapa de la niñez cuando uno cree poder hacer cualquier cosa con sus amigos, pero ante hechos reales te topas con un muro que es la realidad y te hace ver que lo que creías ingenuamente poder hacer en realidad difícilmente lo lograrías. Como es el caso en la obra que muchas veces jugaban con sus wikullos y golpeaban piedras pensando que podría ser la cabeza de Don Ciprián. Otro hecho parecido en la obra es cuando Juancha y sus amigos se proponen cuidar a la gringa (vaca) de Don Ciprián, el resultado frustrante al no poder hacer nada ante el abuso de Don Ciprián. ¿Qué podría hacer un niño ante el abuso de un adulto? Mayormente la actitud del niño es de sumisión y no enfrentar al adulto por temor, este rasgo es para mí el que define que esta obra pertenece sin duda a la etapa de la infancia de Arguedas que cuando de pequeño simplemente se sometía ante los abusos de su hermanastro.

En la obra Agua se identifica Arguedas con el niño Ernesto. En esta cuento se narra los abusos cometidos por Don Braulio Félix entorno a la repartición de agua que no se repartía equitativamente. El pueblo cansado de su abuso decide ir en contra de Don Braulio, pero este al llegar borracho y ver esta sublevación sacó su revólver y los baleo a todos los comuneros, hiriendo a algunos y el miedo se apodero de todo los comuneros, mientras que el único que le hizo frente y lo agredió arrojándole una corneta fue el niño Ernesto que también le dijo en su cara todas su verdades que era un ladrón y abusador, Don Braulio después mando a balear al niño pero este ya había escapado hacia otra comunidad más libre.
En esta obra pertenece a una parte de la vida de Arguedas donde ya no es del todo un niño y se defiende contra los abusos como lo encontramos escenificado con el niño Ernesto.


También el hecho de su escape hacia otra comunidad más libre (utek’pampa) me hace recordar un hecho similar de su vida donde se escapa de su madrastra a mediados julio de 1921, se escapa rumbo a la hacienda Viseca que era propiedad de su tío Manuel Perea Arellano situado a 8 km de San Juan de Lucanas, donde paso los mejores años de su vida. A mi parecer este último hecho de su obra refleja su escape hacia las tierras de su tío en búsqueda de un mejor futuro.

Un cuento que fue resultado de los relatos que escucho a lo largo de su vida fue el sueño del pongo, este cuento lo escucho en Lima por un comunero de la provincia de Quispicanchis Cuzco. En el sueño del pongo Arguedas refleja el maltrato y humillación que sufría un indígena el pongo por parte de su patrón el cual lo trataba como un perro o animal.
El pongo tras muchos maltratos tuvo un sueño que decidió contar a su patrón, donde el pongo y su patrón murieron y eran juzgados por el gran padre San Francisco un ángel, el cual mando a untar al patrón con miel y al pongo con excremento, y finalmente el ángel dio su mandato de que se lamieran mutuamente por un largo tiempo. En este cuento nos da una reflexión sobre el abuso que sufría el indio por parte de los patrones y que todo acto sea bueno o malo que uno comete repercutirá en uno mismo de la misma forma de manera positiva o negativa.
Tras todos estos ejemplos de influencia de personas como su madrastra y hermanastro, autores que ayudaron a la formación de su temática y modo de narración y obras que reflejan su niñez. Todo esto refleja la influencia de su vida en su temática narrativa aplicada a la mayoría de sus obras y cuentos escritos.

Marcos Huerta Zegarra
1,2 Arguedas, artículo, yo soy hechura de mi madrastra.

"Los poemas quechuas de Arguedas"

“Dicen que ya no sabemos nada, que somos el atraso, que nos han de cambiar la cabeza por otra mejor” (Arguedas) [1].

Los poemas son obras escritas en verso. Buscan expresar las emociones o impresiones del mundo para el autor, en donde es común el uso de la rima y otras herramientas del lenguaje. También se puede decir que un poema es la expresión directa del sentimiento del poeta al lector.
Dentro de los poemas, podemos encontrar aquellos que son épicos, líricos; los hay en forma de odas, dramáticos, de amor, de amistad, etc.

Los poemas que escribió Arguedas presentan una relación cultural quechua y los contextos sociales ocurridos en ese momento. En sus poemas, Arguedas utilizó el habla del canto quechua. Estos poemas se vieron Influenciados por su infancia en la comunidad indígena y su crianza. En su estilo no tradicional, desató una labor etnográfica – entropológica, folklórica y escritural, donde mostró interés por las creaciones del pueblo indio y mestizo de hoy.

Su principal objetivo al utilizar este recurso literario, era la transmisión de su cultura. El expresó sus sentimientos, y logra demostrar capacidad de creación artística del pueblo indio y mestizo. Realizó una operación pluricultural, donde los poemas se distancian de lo que es el canto quechua y baile, estos emiten desde una conciencia letrada a un público que primero escucha y que solo después lee.

También logró alcanzar un perfil como antropólogo, donde habla desde dentro de las comunidades y como escritor con mirada lírica; toma conciencia de la ‘’ quechuización’’, habla desde una heterogeneidad discursiva y cultural.

Aquí algunas partes de los poemas, por ejemplo “Katatay”, “Temblar”, es un himno escrito por Arguedas en 1965. El canto invoca a diversas fuerzas naturales y mesiánicas [2] para liberar al pueblo, un pueblo atormentado por la injusticia y la “tristeza”. La intención entonces, es lograr, por medio del poder performativo de la palabra convocar las fuerzas necesarias para producir una suerte de catarsis social.

Este no es una elegía antiimperialista, como pensó Sybila, este poema textualiza el poder panteísta, la fuerza y el efectismo cinético de la danza quechua, portadora y a nivel temático, del canto del fuego, canción muy antigua, que el propio Arguedas “estudia” en las fiestas de los ayllus indios de Puquio [3]:

“He prendido fuego en la cumbre,
he incendiado el ischu en la cima de las montañas.
¡Anda, pues!
Apaga el fuego con tus lágrimas” [4] .

Eso que viene, lo hace desde un solo lugar: el corazón del “Ande”, y por un solo motivo: purificar a sus habitantes, remecerlos, “temblarlos”, trocarlos en otra cosa. Por eso la presencia del dios serpiente, de las montañas sagradas y de la sangre de Jesús:

“¡Levántate, ponte de pie; recibe ese ojo sin límites!
Tiembla con su luz;
sacúdete con los árboles de la gran selva,
empieza a gritar...”

De hecho la estructura repetitiva y plagada de aliteraciones, permite transportar el “rumor y la música profunda del paisaje andino” [5] al poema. La pregunta inicial: ¿A qué viene la sombra?, se responde con una apelación ineludible:

“ Crea tú, padre mío, vida;
hombre, semejante mío, querido”

La fuerza y el sentido de los danzantes ha estremecido la estructura textual del poema, volviéndola dispersa y desatada [6].

A través de los poemas citados en el texto, podemos comprobar que estos presentan una relación cultural quechua, expresa sus sentimientos y los eventos sociales ocurridos en ese momento

Blanca Arrasco Torres
____________________________________________________________________[1] “Huk doctorkunaman qayay” (Llamado a algunos doctores). En Obras Completas. Op. cit. p. 253.
[2] mesianismo s. m.: Confianza absoluta en un futuro mejor y en la solución de problemas sociales mediante la intervención de una sola persona o un líder.

[3] “Simbolismo y poesía de dos canciones populares quechuas”, Señores e indios. Acerca de la cultura quechua. Lima: Calicanto Editorial, 1976. pp. 186-190.

[4] Poema compilado en Canto Kechwa, bajo el nombre “He prendido fuego...”. Op. cit. p. 25.
[5] “El valor poético y documental de los himnos religiosos quechuas”, Señores e indios. Op. cit. pp. 191-195.

[6] Algo parecido ocurre con el cuento “La agonía de Rasu-Ñiti”, publicado por primera vez en 1962. Lima: Ediciones Camino del Hombre.

"La Concepción del Indigenismo en la vida de José María Arguedas"


“La barbarie es una palabra que
inventaron los europeos cuando
estaban muy seguros de que ellos
eran superiores a los hombres de
otras “razas” y de otros continentes.”



José María Arguedas

José María Arguedas, uno de los escritores más prominentes de la literatura peruana y considerado como parte de los representantes de la corriente indigenista; intenta de alguna forma reflejar el pueblo quechua y mestizo en lengua castellano ya que siempre mostró una cariño muy especial por la lengua indígena, considerada por él mismo como su lengua materna.

Él vivió una infancia muy dura ya que a los dos años de edad la madre de este personaje falleció. Por ese motivo paso a vivir con su abuela paterna en la ciudad de Andahuaylas. Su padre se casó nuevamente con una rica hacendada Grimanesa Arangoitia, el pequeño José María viajó a Lucanas a encontrarse con su madrasta.

Esta parte de la infancia de Arguedas estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su madrastra y con su hermanastro. Su madrasta lo trataba muy mal, hasta lo mando a convivir con los criados de cuya hacienda y su hermanastro lo maltrata física y psicológicamente e incluso le obligó a presenciar una violación de una india. Solo entre los indios, quienes le cuidaron con cariño, sintió el afecto que le negó su familia, identificándose con la idiosincrasia de aquellos, basada en el amor a la cultura andina y a la naturaleza.

Como bien se sabe que este gran literato es bilingüe ya que en todo momento tuvo conciencia de ambas lenguas que manejaba (castellano y quechua), poseía un estilo antiguo que no era formal ni estético. Él introduce en la literatura indigenista una visión más rica y profunda, en dónde su obra trata de implicar lo poético con lo social y cultural, proponiendo nuevos enfoques la de un país dividido en dos mundos: la andina de origen quechua y la urbana de raíces europeas, que deben integrarse en una relación armónica de carácter mestizo en una nación donde hay mucha diversidad pero a la vez existe discriminaciones entre unos y otros.

En el ensayo de Anna Housková, “La tensión entre armonía y conflicto en las novelas de José María Arguedas es una cuestión literaria, pero enraizada en la situación existencial del autor. Los intentos de explicar sus textos desde su sicología (o patología) carecen de valor crítico; una mirada más profunda vincula su literatura con el problema de la identidad peruana.”1

El autor Gonzalo Portocarrero vio la razón de ser de la creación literaria de Arguedas en la necesidad de armonizar el conflicto y nos cita: “En Arguedas hay una tensión entre concepciones del mundo y la vida muy distintas, entre sí, orientaciones culturales que muy difícilmente pueden ser sintetizadas.”2

Tal vez el mestizaje para Arguedas estuvo por encima de todo porque buscaba que haya una igualdad entre toda la población del Perú y que la desigualdad que hasta la actualidad permanece disminuya, donde unos salen más beneficiados a raíz del sacrificio de otros. Esta propuesta indigenista de José María representa una de las más claras que harían de un país un mejor lugar para vivir y aspirar a una nación auténticamente democrática.

Esto será una constante en su obra narrativa, mostrando esta oposición social y cultural en sus aspectos más dramáticos y dolorosos, haciendo énfasis en la vida, los azares y los sufrimientos de los indios en las aldeas y haciendas peruanas.
Es por eso que en sus primeras obras los colonos son pintados por Arguedas como seres que han perdido lo esencial de su cultura; las pocas veces que describe a un colono lo hace en estos términos: “... y pude ver al pongo, vestido de harapos, de espaldas, a las verjas del corredor. A la distancia se podía percibir el esfuerzo que hacía por parecer vivo, el invisible peso que oprimía su respiración.”3

Gracias a la madrastra de Arguedas con los castigos que le daba como el de ir a la cocina, Arguedas aprendió mucho sobre los indígenas y eso influyó mucho en su narrativa ya que hubo una época en que se dio el indigenismo, donde muchos autores colocaron al indígena como personaje central de sus obras, donde daban a conocer la “realidad” que vivían pero muchas veces mostraban una imagen irreal del indígena entonces Arguedas quería dar a conocer lo que realmente es el hombre indígena.

A lo largo de toda la carrera literaria de José María Arguedas, él recogió fuentes orales indígenas como cantos, mitos, cuentos populares, etc. para poder manifestarlas a través de géneros como la novela, el cuento y el ensayo. Sus textos por sí están caracterizados por la presencia de lenguas y culturas.



Ximena Hernández Carrasco
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1. Housková, Anna. “Armonía y Conflicto en la obra de José María Arguedas”. En José María Arguedas en el Corazón de Europa. Praga, 2004.
2. Portocarrero, Gonzalo. “José María Arguedas: El arte como recreación de la identidad”. En Amor y fuego. José María Arguedas, 25 años después (Actas del Seminario Internacional). Lima : DESCO, CEPES, SUR, 1995, p. 366.
3. Arguedas José María: “El sueño del pongo". Ediciones Salqantay, Lima, 1965.